La Asociación Eólica de Galicia (EGA) se une a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente llamando la atención sobre el calentamiento de la Tierra y el preocupante avance del cambio climático, una situación que provoca el aumento de las catástrofes naturales y consecuencias dramáticas sobre la población.
En esta coyuntura debemos redoblar la apuesta por las energías renovables, reduciendo al mismo tiempo el uso de los combustibles fósiles. En los últimos diez años la generación eólica en Galicia ha evitado una media anual de seis millones de toneladas de CO2 equivalente, es decir los gases tóxicos de efecto invernadero. Entre tanto, en España, se evitan 32 millones de toneladas de CO2 cada año, una cantidad muy significativa de ahorro contaminante.
Sin embargo, es una cifra claramente insuficiente, ya que Galicia tiene, hoy en día, una dependencia del 66 % de dichos combustibles fósiles. Las energías limpias son las únicas que pueden hacer frente a esta relación tan desfavorable. Necesitamos con urgencia seguir desarrollando potencia renovable, sobre todo la que produce nuestro viento, una riqueza natural que debemos aprovechar al máximo: Para mejorar nuestra calidad de vida, nuestra economía local y nuestra independencia energética; además de la supervivencia de nuestra industria.
La implantación de nuevos parques eólicos lleva consigo una exigente y garantista declaración de impacto ambiental, que incluye normativa urbanística, patrimonial y, por supuesto, ambiental. La conciliación con el medio rural, animales, biodiversidad y los vecinos constituyen una historia de éxito en los casi treinta años de desarrollo eólico en Galicia. Porque somos rurales, ecologistas e innovadores, abogamos por un progreso verde y sostenible.