EGA muestra su satisfacción por el “nuevo impulso” que experimentó el sector eólico durante 2019

El 2019 también fue el segundo año de mayor generación eólica, alcanzando los 8.698 GWh

Santiago de Compostela, 22 de enero de 2020 (Vía Láctea Comunicación).- La Asociación Eólica de Galicia (EGA) muestra su satisfacción por el “nuevo impulso” que experimentó el sector durante el pasado 2019. “Fue el año del renacimiento eólico tras casi diez de inactividad. El balance hecho público por la Xunta de Galicia, con la puesta en marcha de 18 parques y 415 megawatios (MW) de potencia instalada, constituyen un hito que debería mantenerse durante el presente decenio, con el objetivo de alcanzar los 8.000 MW en 2030”.

El año pasado los promotores invirtieron 509 millones de euros y generaron 2.377 empleos, según los datos ofrecidos por la Xunta; cifras que están en sintonía con las previsiones de EGA. “Nosotros avanzamos estimaciones de 5.000 millones de inversión y 12.000 empleos directos y estables hasta el 2030. Ahora bien, también se trata de un desafío. Para mantener el ritmo, urge que el nuevo Gobierno de España saque del cajón las nuevas subastas y la
legislación pendiente del mercado eléctrico. De hecho, seguramente ya notaremos este año en curso un cierto descenso. Pero lo importante es mantener el ritmo en estos diez años. Siendo así, Galicia podría liderar la Transición Energética”, según añade el presidente de la entidad, José Manuel Pazo Paniagua.

Durante 2019 la generación eólica en Galicia fue de 8.698 GWh (gigawatios-hora), es decir, el segundo año de mayor generación después de 2013 en que se alcanzaron los 9.541 GWh. Y el año anterior (2018) fueron 8.379. El incremento anual es significativo particularmente en la provincia de A Coruña. Y también conviene resaltar que el pasado mes de noviembre fue el segundo de mayor producción eólica desde 2014. “Los datos de balance no hacen más que consolidar una tendencia al alza en el desarrollo de fuentes limpias y creación de empleos de calidad, muy significativos en ambos casos”, destaca Pazo.

EGA considera que el “buen” trabajo realizado por empresas y Administración influyó “de forma determinante” en el desarrollo de los proyectos, así como que la ley de fomento empresarial “también fue clave, por la racionalización de los trámites administrativos”.