Galicia empieza a vivir una nueva revolución industrial al amparo del desarrollo y potencial de las energías renovables. Hay un buen puñado de proyectos estratégicos que están relacionados con la producción de hidrógeno verde y la fabricación de neumáticos, fibras, grafitos, productos tecnológicos de alto valor y otros componentes, que demandarán un elevado suministro energético procedente de fuentes limpias, en especial de la tecnología eólica. Son planes que ya cuentan con relevantes ayudas de los fondos Next Generation de la Unión Europea, o que están en fase de tramitación. Planes que vienen acompañados de una inversión multimillonaria y la creación, sin precedentes, de miles de empleos cualificados en nuestra comunidad. Un ejemplo destacado es la nueva planta en Lugo que acaba de anunciar Norvento Enerxía, que supondrá la creación de 835 puestos de trabajo y una inversión de cincuenta millones de euros.
Las infraestructuras necesarias para acometer estos desarrollos industriales ya se están haciendo, porque en los próximos tres años la gran mayoría estarán fabricando y produciendo; sin olvidar los encargos que ya tienen los astilleros de Ferrol de elementos eólicos, que aseguran una carga de trabajo para años. La reconversión de la comarca de As Pontes, así como proyectos ligados a Meirama y los puertos ártabros, constituyen otra muestra fehaciente del bum industrial. Y en el horizonte se atisba que Galicia también podría ser una potencia en el aprovechamiento de energía procedente de las mareas y las olas.
Alrededor de todos estos planes empresariales crecerá nuevamente una rica industria auxiliar, creando más empleo. Por tanto, la explosión renovable contribuirá a la reactivación económica, la independencia y transición energéticas, el abaratamiento del precio de la luz y la lucha contra el cambio climático. Galicia tiene la oportunidad de ser líder en innovación y producción de energías renovables. De hecho, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima apunta a 300.000 nuevos empleos al año, con Galicia al frente de la eólica terrestre y marina. Estamos ante una oportunidad como nunca.